Cuanto amo tu mirada,
esa mirada tranquila
tan llena de misteriosa
pasión.
Esa mirada,
que sabe desnudar a una
mujer,
que hace vibrar mi
cuerpo en carne viva
sin tocarme.
Esa mirada llena de
deseos
que alerta mis
sentidos,
y me hacen viajar
sin que me digas,
al mismo centro de tu
cuerpo,
provocándome besarte
y desgarrarte la boca lentamente,
hasta verte rendido
y sentir como te
abandonas a mis deseos…
Amo con desenfreno tu
cuerpo y alma entonces….
Y lo absorbo por completo
mientras tú me reclamas con tus
manos,
tu piel me moja y
marcas el rumbo
mucho más allá.
Sabes muy bien donde
colocar tus dedos,
eres un sabio
recorriendo mis caminos.
Mi cuerpo se afloja
con cada una de tus caricias
con cada una de tus caricias
y sin
pensamientos, me someto a tu dulce condena,
enredada a los susurros
de tu tibio aliento.
Azul Strauss Markuart
31/03/2011