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Caprichoso rectángulo de lata
hierro herido que brotas en el tiempo
y no permites el olvido,
cuánto trabajo a diario tienes!
cuántos secretos susurrados guardas
en cada vagón entumecido!
te ensucian, te maltratan!
pese a eso te resistes al olvido,
recobras tus fuerzas y vuelves a la vida,
para surcar y acercar los destinos de la gente.
Remolino de hierro
que has abrigado de los inviernos fríos
a muchos pasajeros, con tu insolente
manto de calor, brindando siempre
esa energía que emana del mismo centro de tu corazón.
Te sospechan frío, pero no lo sos.
Hoy…. hoy yo te recuerdo…
Nostalgia traes a mí, esta tarde de otoño.
y mientras dubitativa estoy
al fin, me decido y
subo de a uno de esos peldaños y
emprendo el viaje…
Aquí me tienes nuevamente,
después de tantos años
sin verte,
paseando por los pasillos
hasta lograr sostenerme.
No has cambiado mucho!,
aun tienes ese olor particular
que se mezcla con el paisaje y la gente.
Mi viaje es corto
pero esto me trae recuerdos,
esos recuerdos de la infancia.
Uf!, por cual empezar?
no entrarían aquí todos.
Cuántas sensaciones!
cuántos caminos andados!
cuántas sorpresas y
vivencias me has regalado.
Y esta tarde me doy cuenta,
que nadie espera por mí
en esa estación, que antaño
me hacía feliz…
Me bajo y sigo mi camino,
con una terrible sensación, al recordar
a esas personas que formaron parte
de mí y que ya no están...porque han partido
en un tren anterior.
AZUL STRAUSS MARKUART
11 / 04 / 2011
