Descolgándose el ocaso
amanezco con mis dedos temblorosos
en la suavidad de tu cuerpo.
Mi lengua, esa que ya tanto conoces
se enreda en tu boca
balanceándote desde la médula
hasta el mismo abismo laceroso de algún infierno.
Estás desnudo y con mi pelvis en custodia
Me has abierto la piel hasta la raíz
e inundado de calor mi carne congelada.
Eres tan real e interminable,
lleno de excesos que mueren
Justo ahí, entre en mis piernas.
Sabes amor?
Si mañana no me encuentras en este mundo,
es porque me mude a las estrías de otro.
No me olvides,
recuerda que debes seguir hallándome.
De todas formas,
dejé caer en tu presuroso aliento
un millón de esencias
que embriagarán por siempre tus sentidos
Para que solo yo
siga siendo tu sabor preferido
tu manjar y tu único antojo.
ƛzƲԼ ƧTƦƛƲŞŞ MƛƦKƲƛƦT
27/07/ 2013
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